domingo, 7 de febrero de 2010

PRIMEROS INTENTOS DE REPOBLACIÓN



Aunque siempre se ha tomado como referencia fundacional de la creación de Los Villares la conocida célula expedida por la reina Da. Juana en Burgos el año de 1.508 autorizando y promoviendo la creación de nuevas poblaciones en el ámbito territorial del Concejo de Jaén, lo cierto es que hubo anteriormente otro intento colonizador que por diversas causas no se llevó a efecto. Sobre él queremos ofrecer unas breves notas que más por extenso analizamos en la historia del pueblo que actualmente ultimamos.

La campaña emprendida por los Reyes Católicos para dominar el último enclave musulmán, el Reino de Granada, experimentó un señalado avance por tierras de Jaén. Un fuerte ejército dirigido personalmente por el rey D. Femando y en el que formaban 6.000 hombres del Reino de Jaén mandados por el corregidor Francisco de Bobadilla, con el novedoso y terrorífico apoyo de las primeras piezas de artillería que dirigía el legendario artillero Francisco Ramírez de Madrid, cruzó la Sierra y puso cerco a las fortalezas de Cambil y Alhabar, que no pudieron resistir el empuje y se rindieron el 22 de septiembre de 1.485, pasando su alcaide Mohamad Lentín a Jaén para besar las manos de lá reina Dña. Isabel, como signo de sumisión y vasallaje antes de retirarse a Granada.

Despejado el peligro que suponía aquella bélica frontera, dueños de las fortalezas de Arenas, Cambil, Alhamar y Otiñar… que aseguraban el control de la Sierra, se proyectó la repoblación de la zona más feraz de la Sierra Sur, levantando población en los hasta entonces solitarios cortijos de Los Villares.

Las referencias a esta fallida repoblación las localizamos en el Archivo General de Simancas (Valladolid), en cuya sección de «Registro General del Sello» se hayan. Este Registro del Sello se configuró en tiempos de los Reyes Católicos que en las Cortes de Madrigal, de 1.476, ordenaron que el canciller registrador «tome registro foradado de cada una carta y provisión que registrare y lo ponga en el libro de su registro, de otra guisa que no de fe que es registrada la tal carta…». Y gracias a ello es como nos ha dejado noticia de la primera repoblación de Los Villares, asunto sobre el que localizamos dos referencias.

El 18 de noviembre de 1.489 los Reyes Católicos daban licencia al Concejo de Jaén para comenzar la repoblación de una extensa zona de Sierra comprendida entre la ciudad, el castillo de Otiñar y las márgenes del río Eliche, creándose una villa en los cortijos de Los Villares, que serviría para asegurar la zona, hasta entonces muy despoblada y para iniciar los duros trabajos de roturación de aquellos inmensos baldíos.

El proyecto se dilató por intereses particulares hasta que de nuevo, el 4 de marzo de 1.494 se reactivó repartiéndose siete vecindades a otros tantos moradores de Jaén, con la obligación de que construyeran sus casas y comenzaran la roturación de las parcelas rústicas adjudicadas. Pero pronto surgió el fraude, pues los nuevos colonizadores, una vez adquirida la propiedad de la tierra, continuaron residiendo en Jaén, no levantaron sus casas y sólo acudían esporádicamente cuando el laboreo lo precisaba. Los jurados, que eran los miembros del ayuntamiento que representaban al vecindario y vigilaban el buen orden ciudadano en todos los sentidos, aprovecharon esta situación de incumplimiento y dada la ligazón de algunos de ellos con la poderosa organización ganadera que en aquel momento era la Cofradía de Santo Domingo de los Pastores, consiguieron que el Concejo de Jaén se desdije se de su proyecto colonizador y determinara que las tierras de la Sierra Sur y las riveras de los ríos Frío y Eliche, quedaran como zona de almacenamiento de pastos, donde los ganaderos de Jaén tuvieran asegurado el sustento de sus nutridos rebaños, e incluso pudieran contar con algunos gajes más como el carboneo, la saca de leña, aprovechamiento de colmenas, etc.

Se frenó así un esperanzador atisbo de colonización, que habría que esperar hasta que el 17 de marzo de 1.508, la reina Da. Juana, otra vez a instancias del voluble Concejo de Jaén, lo reactivara.

De aquellos proyectos de 1.489 y 1.494 perdiose la memoria. Y solo algunos investigadores Coronas Vida, Ladero Quesada, lo han mencionado. Por eso para que no se pierda su memoria, nosotros hemos querido rescatar su testimonio escrito que ahora duerme silencio de siglos en la quietud de un señorial archivo castellano.

Manuel López Pérez
Cronista de Los Villares
Revista escolar “La Fuente”

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