viernes, 27 de agosto de 2010

Don Francisco Bonilla Anguita 1º Cronista villariego


Don Francisco Bonilla Anguita, nacido en Los Villares el 21 de Octubre de 1875.

Con 21 años ingresa en la Academia de Infantería de donde salió como alférez en 1878. Tuvo destinos en el Regimiento de Infantería(Asia)núm.31 con los que recorrió diversas guarniciones españolas.
Francisco Bonilla era propietario de un gran patrimonio que precisaba su atención, en Mayo de 1883 solicitó su paso a la Escala de Reserva con el fin de conseguir destino en Jaén, donde estuvo hasta 1886 en que fijó su residencia en Los Villares.
Este ilustre villariego fijó entonces su residencia en el antiguo Palacio del Vizconde, es decir, en la Casa Grande.
Ya viviendo en Los Villares daba clases particulares, habiendo sido maestro del que sería otro ilustre cronista de nuestro pueblo, Don Eduardo
Campos Campos, al cual transmitió su amor por la historia, y en particular por la de nuestro pueblo, y por la literatura. Fruto de esta labor, Don Francisco Bonilla Anguita creó una admirable colección de patrimonio arqueológico de la zona, en la cual destacaban de forma notable las terracotas y sigillatas romanas e iberas, la valiosa numismática compuesta por todo tipo de piezas de oro plata y otros metales, hachas neolíticas, e incluso guardaba en su colección un cráneo que estaba próximo al grupo étnico que Quatrefages llamaba dalicoplanticéfalo, según apuntaban los expertos a los que les mostró la pieza.
Nuestro Cronista no solo se encargó de crear aquella valiosa colección, sino que también, redactó un manuscrito
al que llamó "Cosas Rancias de mi Pueblo", en el que apuntó toda una serie de apuntes históricos acerca de los puentes antiguos de Los Villares, de los restos arqueológicos encontrados en distintos puntos como La Viñuelas o las Majadillas donde con frecuencia al trabajar el campo daban con tumbas. En aquel libro anotaba con precisión las medidas de megalitos, de restos de murallas, de monedas y cerámicas que buscaba afanoso. En resumen, un manuscrito de un valor incalculable para la historia de nuestro pueblo, donde se recogieron cosas que hoy día sería imposible conocer, debido a que la mayor parte han sido borradas por la erosión de la mano del hombre inculto, o la del tiempo.
Al reactivarse la Guerra de Cuba, Don Francisco pidió destino en octubre de 1895 en el Batallón Cazadores de Cataluña núm. 1 de guarnición en Córdoba, al cual que incorporó como Primer Teniente. Con él llegó a Cuba en Diciembre de 1895, participando desde el primer día en numerosos combates, donde acreditó su valor y pericia táctica.
Estando Don Francisco operando en la provincia de Santa Clara, se sintió indispuesto por lo que hubo de ingresar en el Hospital Militar el 7 de febrero de 1896 aquejado de la temida "fiebre amarilla" que por desgracia, no pudo superar falleciendo dos días después.
Siendo soltero y sin familia próxima, su cadáver no pudo ser repatriado, dispersándose de esta manera sus pertenencias y recuerdos personales, entre los que se perdió si colección de piezas antiguas de Los Villares incluyendo su preciado manuscrito con la interesante historia de Los Villares que Don Francisco Bonilla Anguita recogió con tanto trabajo.

Cuando Eduardo Campos Campos, el que fue alumno de Don Francisco conoce del fallecimiento de Don Francisco, intenta recuperar sus pertenencias y se pone en contacto con la familia de Don Francisco más próxima que le quedaba en el pueblo, pero estos, a pesar de sus buenas intenciones no pueden ayudarle, Don Eduardo esperanzado en que la colección arqueológica y el manuscrito "Cosas Rancias de mi Pueblo" nunca hubiese cruzado el Atlético y alguno de los mucho amigos que Don Francisco tenía en Jaén y que a menudo venía a apreciar su colección fuesen los que se hubieran quedado custodiando a estos hasta que su amo regresase de la guerra para devolvérselos , y que de esta manera se hubiesen salvado de acabar desperdigadas por el mundo para siempre, Don Eduardo, que escribía en la revista cultural "Don Lope de Sosa" hizo llamadas a los lectores de aquel tiempo, pidiendo que si alguno de ellos tenía noticia del paradero de estos objetos se pusiese en contacto, ya que la importancia que tenían para Los Villares y su historia era irremplazable.


2 comentarios:

  1. Gracias por este blog, soy nieta de villariegos y me emociona conocer todas estas cosas del pueblo de mis abuelos!
    Muchas gracias!!

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  2. Felicidades por este gran trabajo !

    Los villares son muy bonitos y bien merecen que se conozca mucho mas de ellos!

    Un saludo desde martos!

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